En mi Patria de Chile hay miles de personas que tienen cada año dificultades económicas para solventar sus problemas de salud. 
Y en mi Patria hay también cientos de "millonarios" que siguen cada día llenándose sus bolsillos sin siquiera "mirar al prójimo".
Cada año hay cientos de personas que requieren de costosos tratamientos médicos por enfermedades o transplantes. Generalmente son siempre familias de escasos recursos, que aunque reciben ayudas del Estado, no les da para seguir manteniéndose en pie. Y luego vienen los mismos de siempre, de izquierda y derecha, llenándose la boca hablando de "pobreza e igualdad". 
Y no es que el Estado de Chile sea un "grupo de sinvergüenzas" que no conforman un adecuado presupuesto anual, sino más bien, y sin lugar a dudas, es "la sinvergüenzura del empresariado" de Chile el que adolece de "sanos principios, moralidad y de Patria". 
No se trata del tema mañoseado de "la mala distribución de la riqueza", sino que se trata de "principios", y estos son "principios humanos", y por ende "principios cristianos".
Cuando grupos grandes como los Luksic, Matte, Yarur, etc., reciben cada año miles de millones de dólares en utilidades, y otros grupos medianos donde son accionistas los Zaldívar, Lagos, Correa, Auth, Frei, Chadwick, etc., reciben también unos cuantos millones al mes, por sus "negocios limpios", y sólo de dedican "en su mayoría" a crear fundaciones "de poco peso" o de "poco interés social", nos damos cuenta que verdaderamente "falta Patria".
¡Es que la mayoría de esos señores hoy no tienen Patria porque sirven al Gobierno Mundial! Es que hoy ya esclavizados por el poder y el dinero, muchos de estos "señores" no ven más allá de sus propias narices.
Año a año, cada mes, cada día, vemos en la prensa el lamento de chilenos que "no tienen el dinero" para sus tratamientos médicos. Y son niños, principalmente niños, los que sufren del satánico egoísmo de otros.
Por eso he ido por la prensa comentando, ya no una ni cinco veces, sino muchas veces, y hasta escribiendo directamente a "estos señores", que LOS SEÑORES EMPRESARIOS DE CHILE DEBERIAN PONERSE DE ACUERDO EN FORMAR UNA "FUNDACION UNICA" EN AYUDA DE LOS CHILENOS QUE NO PUEDEN PAGAR SUS TRATAMIENTOS MEDICOS.
Pero una fundación que "les salga del corazón", o que traten de hacerlo "por corazón", aún a regañadientes, sin esperar a que venga una norma estatal que "les obligue" a "pagar más impuestos" para solventar este tipo de debilidades.
Es que es difícil que estos empresarios tomen nota de esta contínua "sirena de emergencia", y más que tomen nota de este drama esos politiqueros que calientan los asientos del Congreso de la República y que tienen intereses comprometidos en muchas de estas empresas chilenas, en haras a que "las leyes que duermen" las activen de una vez por todas.
No son suficientes las Teletones, donde los emperesarios acostumbran a dar "un turronazo" de donación para darse renombre, y luego..., ¡hasta nunca! Ni son suficientes esas "fundaciones de paja y greda" que "ayudan a medias".
Es increíble ver que "la verdadera caridad" surge precisamente de "los más humildes", de humildes pequeños empresarios , de rifas comunales, de bailes beneficos, de actividades deportivas, de donantes anónimos, porque es precisamente eso lo que le falta al gran empresario y al político de Chile: "caridad y humildad".